Si a mediados de la primavera pasas las suficientes horas escondida detrás del muro de un antiguo gallinero, acabarás viéndolos.
La primera vez que los vi fue a mediados de junio de 2009, tres preciosos zorrillos, pasadas las ocho de la tarde aparecieron correteando y saltando alegremente en una finca con frutales situada debajo de la casa de mis padres, como lo disfruté, durante dos o tres días volvieron a menudo, pero la luz era escasa y los arboles aun oscurecían más el lugar por lo que no conseguí hacer buenas fotos, pero tengo esta que para mi es un auténtico tesoro, quise repetirla, pero no tuve éxito, la zorra me vio y pego tal grito que desaparecieron todos.
Las primaveras siguiente estuve al acecho, pero no volvieron, un año me enteré de que se habían colado en la autovía y los atropelló algún coche, pero en el 2013 la suerte me ha sonreído de nuevo, a finales de mayo allí estaban corriendo, jugando, saltando, tomando el sol, algún día incluso por la mañana, pero la verdad es que me he pasado horas perdidas detrás del muro algún sábado esperando a que aparecieran y aparecieron y este es el resultado de esas horas de espera, disfrutando con sus correrías aunque mis vecinos no piensen lo mismo, creo que este año se han llevado alguna que otra gallina……